La limusina de Donald Trump te dejará patidifuso

Donald Trump es uno de los personajes políticos estadounidenses del momento. Seguramente nuestros futuros hijos lo estudien en algún momento de la historia, tremendamente conservador y hasta de rozar los límites poco éticos, querido y odiado en su país este multimillonario además de una carrera política tiene una colección de coches que ya quisiéramos nosotros.

Su peculiar gusto por el lujo es conocido y para demostrarlo solo hace falta fijarnos en su gigantesco avión privado, un Boeing 757-200 con decoración en oro y capacidad para 42 personas. El avión ha sido a modo de introducción de lo que ahora voy a pasar a contar, el candidato a presidente en Estados Unidos además de tener una flota de súper coches tiene una limusina Cadillac fabricada con su nombre, la Cadillac Trump Golden Series, según sus gustos personales .

Me remonto a 1980, cuando la aventura de Trump en política todavía no habái comenzado. A mediados de ese año el multimillonario insinuó a un amigo que Cadillac debería lanzar una limusina fuera de lo normal, con gran espacio  y sobre todo para que cupieran todos los juguetes que personas como ellos pudieran soñar dentro de una limusina, eso lo dejo para vuestra imaginación. Oye fue dicho y hecho, al poco tiempo la firma contactó con Trump para preguntarle si estaría interesado en participar en el proyecto de crear una limusina nunca antes vista y con las características que él había insinuado.

Sin dudarlo aceptó y no sólo eso, anunciaron que fabricarían dos modelos de limusinas Cadillac usando su nombre con la intención que posteriormente se pasará a a la fabricación en serie de estos modelos y comercializarse dentro de la gama de Cadillac.

Estos dos prototipos fueron: el Cadillac Trump Golden series y el Cadillac Trump executive series. Sólo con los nombre se puede adivinar que una es más lujosa que otra y como él mismo las describió: la primera fue definida como “la limusina más opulenta jamás creada”, mientras que del segundo modelo Trump decía que era “lo mismo pero un poco menos lujoso”. Ambas estaban desarrolladas sobre la base de un Cadillac Broughman.

Se suponía que era un proyecto de Cadillac que no llegaría a la calle, pero finalmente estos prototipos vieron la luz gracias a la compañía Dillinger Coach Works, que pertenecía a otro conocido de Trump, John Staluppi, un adinerado empresario famoso por su afición a los deportivos y a las embarcaciones de grandes esloras. La primera de ellas fue presentada ante el público Atlantic City en 1988, durante la celebración del evento exclusivo Limousine and Chauffeur Show.

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Donald Trump is one of the American political figures of the moment. Surely our future children study at some time in history, tremendously conservative and even bordering the unethical limits, loved and hated in his country this multimillionaire in addition to a political career has a collection of cars that we already wanted.

His peculiar taste for luxury is known and to prove it we only need to look at his gigantic private plane, a Boeing 757-200 with gold decoration and capacity for 42 people. The plane has been as an introduction to what I will now happen to tell, the presidential candidate in the United States in addition to having a fleet of super cars has a Cadillac limousine manufactured under its name, the Cadillac Trump Golden Series, according to its personal tastes .

I date back to 1980, when Trump's political adventure has not yet begun. Midway through that year the billionaire hinted to a friend that Cadillac should throw an out-of-the-ordinary limousine, with plenty of space and above all to fit all the toys that people like them could dream in a limousine, that's what I leave for you. imagination. Oye was said and done, soon the firm contacted Trump to ask if he would be interested in participating in the project to create a limousine never seen before and with the characteristics he had hinted.

Without hesitation he accepted and not only that, they announced that they would manufacture two models of Cadillac limousines using their name with the intention that later it will happen to the mass manufacture of these models and to be marketed within the range of Cadillac.

These two prototypes were: the Cadillac Trump Golden series and the Cadillac Trump executive series. Only with the names one can guess that one is more luxurious than another and as he described them: the first was defined as "the most opulent limousine ever created," while the second model Trump said it was "the same but a little Less luxurious ". Both were developed on the basis of a Cadillac Broughman.

It was supposed to be a Cadillac project that would not hit the street, but eventually these prototypes came to light thanks to the company Dillinger Coach Works, which belonged to another Trump acquaintance, John Staluppi, a wealthy businessman famous for his fondness for Sports boats and large boats. The first of them was presented to the public Atlantic City in 1988, during the celebration of the exclusive event Limousine and Chauffeur Show.