Thursday, December 15, 2016

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Cómo cuidar tu primer auto

Así que por fin compraste tu primer auto, o estás en la universidad y usas el coche que tus padres te prestaron. Este artículo te dirá cómo cuidarlo para que puedas estar tranquilo sabiendo que es seguro usarlo, cómo cumplir con todas las normativas para manejarlo y cómo hacer que nunca se descomponga hasta el punto de dejarte varado a la mitad del camino.

1
Asegúrate de contar con un seguro que tenga al menos una cobertura personal y de daños a terceros en caso de accidentes, de manera que si chocas con algún otro carro, o con una pared, o con una persona, los gastos médicos y de reparación mecánica estén cubiertos por tu seguro. Guarda una copia de tu póliza, cartilla o resumen de seguro en un lugar accesible dentro del coche, que no esté demasiado expuesto para que no pueda moverse o perderse con facilidad si limpias o aspiras el auto.

·         Ten en cuenta que, si el auto de la persona con la que chocaste es un modelo carísimo, los gastos de reparación pueden ir más allá de los 50,000 dólares, así que procura tener una cobertura amplia.

2
Guarda también dentro del auto una copia de los papeles actualizados del registro vehicular de tu coche.

3
Lleva contigo una copia de los certificados o constancias de verificación de la revisión de emisiones y condiciones de seguridad reguladas en tu país.

4
Guarda en el carro los recibos de las últimas visitas al taller para mantenimiento. Algunas personas prefieren guardarlos en casa, pero si alguien te pregunta mientras conduces cuándo fue la última vez que rotaste las llantas, cambiaste el aceite o el líquido de transmisión, es preferible que lleves siempre contigo los comprobantes de servicio y mantenimiento de tu auto.
5
Aprende a revisar la presión de inflado de todas tus llantas, y guarda en tu coche un medidor de presión de inflado para que la revises al menos una vez al mes. Una llanta que no está bien inflada puede desprenderse del tambor en una vuelta pronunciada; los accidentes ocasionados por este descuido en la presión de inflado son un peligro frecuente.

6
Recuerda que el aceite de tu motor debe cambiarse con regularidad. Revisa el manual de usuario para saber la frecuencia recomendada para tu coche. En muchos casos se recomienda el cambio cada 5.000 o 6.000 kilómetros.

7
Los filtros de aire deben cambiarse oportunamente. Unos aceites sucios sumados a unos filtros de aire sucios permitirán un desgaste mucho más rápido del motor, y con el tiempo se producirá una falla seria que resultará muy costosa de reparar.

8
Rota tus llantas cada vez que cambies el aceite. Esto significa pedir que desmonten tus cuatro llantas y las cambien a una posición diferente, por ejemplo, alternando entre el eje delantero y el trasero. Esto permite que las llantas se desgasten de una manera más gradual, y su vida útil puede llegar incluso a duplicarse.

9
Revisa la presión de inflado en la llanta de repuesto cada vez que revises la de las llantas montadas. Los cambios de temperatura entre cada estación pueden cambiar la presión de las llantas, aunque no tengan ninguna fuga.

10

Tus frenos deben pasar por una inspección visual al menos una vez al año. Las balatas y los discos de frenado se desgastan con la fricción constante de los recorridos igual que sucede con la suela de tus zapatos. Si permites que se desgasten por completo, las balatas pueden permitir que el sistema de frenado se vea forzado a actuar directamente, y si este se daña, será muy costoso repararlo. Tienes que pedir las inspecciones de frenos cada vez que roten tus llantas, porque aun cuando sientas que el auto se detiene de forma normal, los discos de frenado pueden tener un desgaste extremo y estar a punto de vencerse.