Renault Scenic 2016, más

 Captur que Megane

Este es el Renault Scenic 2016. La cuarta generación del modelo, que cumple 20 años en el mercado y ha vendido cinco millones de unidades, reniega de que los monovolúmenes compactos ya no puedan ser el vehículo por excelencia para familias de cuatro miembros. En un panorama inundado de SUV, Renault es de las pocas marcas que en los últimos años sigue apostando por monovolúmenes como vehículos de transporte familiar. Primero con el Espace 2015 y ahora con la renovación del Scénic.

Para triunfar en este mercado, la firma gala apuesta por una evolución que acerca a estos prácticos vehículos hacia los crossover. De este modo, aunque se ha fabricado sobre la plataforma modular CMF que emplea el nuevo Mégane 2016, a simple vista tiene más que ver con los exitosos Captur y Kadjar que con el compacto. Eso se debe a que ha aumentado la altura libre al suelo (tiene 17 cm) los voladizos son más cortos y crece la batalla y la anchura de vías. Sus dimensiones son de 4,41 metros de longitud y 1,87 de anchura.

La firma pretende conquistar con la estética a todos aquellos que buscan un vehículo espacioso, modular y funcional. De su estilo llama la atención el el parabrisas en tres partes, que mejora la visibilidad panorámica y lateral, un recurso que emplea el Espace… y todas la pautas tomadas del prototipo Dezir. Con la pintura bicolor, las ópticas con tecnología LED y esas enormes llantas de 20 pulgadas… que serán de serie.

¿Los motivos de elegir unas llantas tan grandes? Para empezar, razones estéticas. Cuanto más alto es el coche, mejor quedarán unas llantas grandes. Tienen un diámetro grande y un perfil alto, pero son muy estrechas en comparación con las ruedas habituales de ese tamaño. Montarán unos neumáticos de 195/55 R20, muy estrechos y que favorecerán la aerodinámica y tendrán poca banda de rodadura, lo que garantiza consumos más bajos. En las imágenes podrás ver un par de diseños diferentes y su mayor pega es que los neumáticos serán caros.