Este cocinillas se hizo la cena usando su coche

Como bien sabemos, el calor desprendido por el motor del coche se pierde para siempre en forma de calor sin posibilidad de ser reutilizado hasta el momento. Mientras científicos gastan sus esfuerzos investigando materiales que transforman esa energía calórica desprendida en eléctrica, este cocinillas americano decidió utilizar el calor del motor de su coche para prepararse una buena comilona.

El susodicho se pimpló una barbacoa con nubes de azúcar incluidas. La idea le vino tras leer un libro, llamado Manifold Destiny, cómo cocinar con el motor del coche. Como quien no quiere la cosa, o en este caso sí quería, metió gramos y gramos de carne en papel de aluminio y los colocó entre las partes más calientes del motor. Ni siquiera se lo pensó dos veces, el chef del motor estaba preparado para la acción.

El osado cocinero no tenía ni idea sobre el asunto, aún así, empezó a colocar su futuro alimento por el motor de su coche. Lo que sí tenía claro eran los puntos a evitar y taparlos apropiadamente para su disfrute de chef. Aseguró bien puestos los tapones del aceite, el refrigerante y el aire ambiente, y se puso manos a la obra.

La idea es huir de las zonas peligrosas a la vez que colocas la comida en el punto exacto para que se caliente pero que no arda en llamas y te deje un sabor a chamuscado en la boca. El motor estará más caliente por la zona de los cilindros, por tanto, la temperatura de la zona metálica irá disminuyendo gradualmente en relación a la distancia con los cilindros. De esta manera, para cocinar un filetito rápido, se deberá colocar el bistec en la zona más caliente, mientras que, si se prefiere más hecho, se debe dejar sobre la zona menos caliente.

Otro punto caliente en el que hacer la cena está cerca del sistema de escape. Los gases calientes salen disparados por esa zona y calientan las zonas cercanas como el catalizador y el colector de escape. Si ya se siente uno con la experiencia suficiente como para hacer nubes de azúcar basta con colocarlas junto al colector, tal y como se puede observar en las imágenes de la galería al final del artículo. 

La presentación deja mucho que desear pero la verdad que el asunto no tiene muy mala pinta. Para los amantes de lo frito, quizás el sabor podría haber quedado mucho mejor. El resultado, juzguen ustedes mismos. Como dirían los americanos: Enjoy your meal!

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As we all know, the heat released by the car's engine is lost forever in the form of heat without possibility of being reused so far. While scientists spend their efforts researching materials that transform that unleashed caloric energy into electric, this American cooks decided to use the heat of the engine of his car to prepare a good meal.

The above pimpló a barbecue with clouds of sugar included. The idea came to him after reading a book, called Manifold Destiny, how to cook with the engine of the car. Like who does not want the thing, or in this case if he wanted, he put grams and grams of meat in foil and placed them between the hottest parts of the engine. He did not even think twice, the motor chef was ready for action.

The brave cook had no idea about the matter, yet he began to place his future food by the engine of his car. What he was clear about were the points to avoid and cover them appropriately for his chef's enjoyment. He secured the oil caps, the coolant and the air, and set to work.

The idea is to flee from the dangerous areas at the same time that you place the food in the exact point so that it is hot but that does not burn in flames and leaves a flavor to scorched in the mouth. The engine will be warmer by the area of ​​the cylinders, therefore, the temperature of the metal zone will gradually decrease in relation to the distance with the cylinders. In this way, to cook a quick filette, the steak should be placed in the hottest area, while, if more is preferred, it should be left on the less hot zone.

Another hot spot where dinner is near the exhaust system. The hot gases are fired by that area and heat nearby areas such as the catalytic converter and the exhaust manifold. If you already feel one with enough experience to make sugar clouds, simply place them next to the collector, as you can see in the gallery images at the end of the article.

The presentation leaves a lot to be desired but the truth is that the subject does not look very bad. For fried lovers, perhaps the taste could have been much better. The result, judge yourself. As Americans would say: Enjoy your meal!