Venecia pide taxis híbridos
Seguro que alguna vez habéis oído que Venecia “huele mal”. Se trata de una ciudad todo el año masificada, cuyos canales observan impasibles las hordas de turistas que surcan sus aguas día tras día. Sus calles empedradas se vengan de esta afluencia cuando cae la noche, haciendo que los más incautos se pierdan por sus laberínticas vías. Pero esta ciudad del Adriático no sólo lucha contra los 20.000 visitantes que llegan a sus islas cada día (además de los transatlánticos); también trata de sobrevivir al fenómeno Acqua Alta y a la incipiente contaminación de sus canales. Por ello quieren volver sus taxis más verdes.
Este fenómeno del que hablamos es el culpable de que en invierno y primavera los medios nos regalen imágenes como estas, que ilustran la subida del mar Adriático en sus picos más altos (la marea sube casi 100 veces al año). Si te pilla una de ellas, oirás una sirena y colocarán pasarelas elevadas para no tener que bucear por la Plaza de San Marcos.
Venecia cuenta con 117 pequeñas islas interconectadas por más de 400 puentes, por lo que el transporte es acuático (los buses son Vaporettos). Es tal la contaminación que emiten las lanchas a motor y los barcos que en 2013 prohibieron la circulación de estos vehículos por el Gran Canal -durante un tramo horario- para evitar el vertido de gasolina además del ruido y el olor que provocan.
Según Europa Press, alrededor de 7.000 pequeñas embarcaciones están autorizadas para navegar por los canales de Venecia, entre las que se encuentran 550 taxis de agua motorizados. Por todo ello, ingenieros de la Universidad de Southampton han lanzado a través de la filial REAPsystems motores híbridos que terminen con la contaminación y el ruido que provocan los motores diesel. Estos pueden, según los ingenieros, ser instalados por cualquier fabricante de barcos y encajar en cualquier vehículo acuático existente.
¿Cómo funciona?
Cuando el vehículo se desplaza a una velocidad baja por el centro de la ciudad el motor comienza a funcionar silenciosamente en modo eléctrico. Una vez que los taxis alcanzan velocidades más altas, el diesel deja de funcionar como motor propulsor para dejar paso al motor eléctrico, que actúa como generador principal propulsor. En este modo, el motor eléctrico carga su batería ion-litio, permitiendo trabajar al diesel de manera más eficiente. Así lo explican:
Se planea que este sistema se teste este verano en un barco en Venecia, aunque ya está siendo probado en otros vehículos. El denominado Project Venice se encuentra actualmente recaudando fondos para que la reducción del impacto medioambiental de nuestra frenética actividad sea una realidad en la denominada ciudad del amor.
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Surely you have heard that Venice "smells bad." It is an all-year-round city, whose canals watch the hordes of tourists steeply streaming from day to day. Its cobbled streets are avenged from this influx when night falls, causing the most unsuspecting to be lost by their labyrinthine ways. But this city of the Adriatic not only fights against the 20,000 visitors who arrive to its islands every day (in addition to the transatlantic ones); Also tries to survive the Acqua Alta phenomenon and the incipient contamination of its channels. That's why they want to turn their taxis greener.
This phenomenon we are talking about is the culprit that in the winter and spring the media give us images like these, which illustrate the rise of the Adriatic Sea at its highest peaks (the tide rises almost 100 times a year). If you catch one of them, you will hear a siren and place raised walkways so you do not have to dive around the Plaza de San Marcos.
Venice flood
Venice has 117 small islands interconnected by more than 400 bridges, so transport is water (buses are Vaporettos). Such is the pollution emitted by the motor boats and the boats that in 2013 prohibited the circulation of these vehicles by the Grand Canal - during a hourly stretch - to avoid the discharge of gasoline besides the noise and the smell that they cause.
According to Europa Press, around 7,000 small boats are authorized to sail through the canals of Venice, including 550 motorized water taxis. Engineers from the University of Southampton have launched hybrid engines to eliminate the pollution and noise caused by diesel engines through REAPsystems. These may, according to engineers, be installed by any boat manufacturer and fit into any existing watercraft.
How does it work?
When the vehicle moves at a low speed through the city center the engine starts to run quietly in electric mode. Once the taxis reach higher speeds, the diesel stops functioning as a propellant to give way to the electric motor, which acts as the main propellant generator. In this mode, the electric motor charges its lithium-ion battery, allowing diesel to work more efficiently. So they explain:
This system is planned to be tested this summer on a boat in Venice, although it is already being tested on other vehicles. The so-called Project Venice is currently raising funds so that reducing the environmental impact of our frantic activity is a reality in the so-called city of love.
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