Tesla actualiza en secreto su software ganando terreno en conducción autónoma

Hace ya cuatro años que el sedán de Tesla, el Model S, llegaba al mercado con un equipamiento vanguardista donde destacaba la conexión continua a Internet. Sistema clave para competir con mayores ventajas que otros fabricantes automovilísticos o gigantes como Google en la carrera por la conducción autónoma.

Y es que gracias a este mecanismo Tesla puede acceder a los datos que transmiten los sensores del vehículo así como los de ubicación para estudiar con lupa cómo conducen los humanos y las condiciones tanto del tráfico como de la carretera. Esto ha permitido a la empresa de Elon Musk actualizar su software en secreto para comprobar la eficacia de nuevas prestaciones en coches autónomos así como la reacción de sus clientes (estas son las más locas del Autopilot) ante condiciones reales de las vías antes de que estos lleguen a tomar el control.

El director del programa Autopilot de Tesla, Sterling Anderson, justificó esta actuación en la conferencia digital EmTech de MIT Technology Review en San Francisco tal que así: “la capacidad de extraer datos de alta resolución de esos vehículos y de actualizarlos por el aire representa una parte importante de lo que nos ha permitido avanzar en 18 meses desde muy por detrás de la curva hasta lo que hoy representa una de las prestaciones más avanzadas de conducción autónoma o semiautónoma”.

En 2014, Tesla decidió incorporar 12 sensores ultrasónicos nuevos en sus automóviles alegando que correspondían a una nueva prestación de frenado de emergencia. Los sensores que colocaron por toda la carrocería autónoma iban destinados a detectar objetos cercanos, sin embargo, las cámaras delanteras y las unidades de radar discurrían por un sendero más grande.

Tesla Motors recibe cada 10 horas los datos de casi dos millones de kilómetros, lo que les lleva a acumular en 18 meses un total de 1.250 millones de kilómetros de condiciones de asfalto. Tanto la capacidad de extraer esta cantidad de datos como la actualización encubierta de su software postulan a la empresa como la única capaz de realizar esta acción en cuestiones de conducción autónoma ya que, por ejemplo, Google tan solo puede sacar cifras de sus prototipos con un rango geográfico mucho más pequeño que el de Tesla.

Anderson apostilló que “la estrategia centrada en datos de Tesla permitirá a la empresa seguir mejorando la tecnología Autopilot, por ejemplo para incluir la capacidad de conducir en condiciones más urbanas y lidiar con las intersecciones”. “Tesla tiene que ser consciente de las expectativas de los conductores, pero tampoco tiene por qué eliminarlos totalmente de la ecuación”, sentenció.

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For four years now, the Tesla sedan, the Model S, came to the market with state-of-the-art equipment highlighting the continuous connection to the Internet. Key system to compete with greater advantages than other car manufacturers or giants like Google in the race for autonomous driving.

And thanks to this mechanism Tesla can access the data transmitted by the sensors of the vehicle as well as those of location to study with magnifying glass how humans and the conditions of both traffic and the road. This has allowed the company of Elon Musk to update its software in secret to check the effectiveness of new features in autonomous cars as well as the reaction of its customers (these are the craziest Autopilot) before actual conditions of the roads before these Come to take control.

Tesla's Autopilot program director Sterling Anderson justified this performance at the MIT Technology Review digital conference in San Francisco: "The ability to extract high-resolution data from these vehicles and update them through the air represents a An important part of what has allowed us to advance in 18 months from far behind the curve to what today represents one of the most advanced features of autonomous or semi-autonomous driving. "

In 2014, Tesla decided to incorporate 12 new ultrasonic sensors in their cars claiming that they corresponded to a new provision of emergency braking. The sensors that placed throughout the autonomous body were destined to detect near objects, however, the front cameras and the radar units were running along a larger path.

Tesla Motors receives every 10 hours data of almost two million kilometers, which leads them to accumulate in 18 months a total of 1,250 million kilometers of asphalt conditions. Both the ability to extract this amount of data and the covert update of its software postulate the company as the only one able to perform this action in matters of autonomous driving since, for example, Google can only draw figures of its prototypes with a Geographical range much smaller than that of Tesla.

Anderson added that "Tesla's data-centric strategy will allow the company to continue to improve Autopilot technology, for example to include the ability to drive in more urban conditions and deal with intersections." "Tesla has to be aware of drivers' expectations, but it also does not have to completely eliminate them from the equation," he said.