La política china que puede salvar el mercado de los monovolúmenes

Después de cerca de 40 años de control estricto sobre la natalidad, China ha finiquitado con la política del hijo único para mantener el nivel poblacional tan necesario para sostener tanto el crecimiento económico como la sostenibilidad de las personas mayores. Ante la proliferación de más miembros dentro de una misma familia parece que las familias también aumentarán las ventas de los monovolúmenes en este país. Y es que a los adultos que tienen a su cargo hijos y ancianos se les queda corto un cinco plazas.

Los fabricantes de coches confirman que en mercados como el europeo se nota el cambio, sin embargo, los monovolúmenes en China crecen de forma exponencial. El segmento tiene garantizada su supervivencia durante una larga temporada ya que se espera  que la población china aumente hasta 1,45 millones en el año 2030.

La industria pronostica así que en China cada vez será mayor el apetito por los siete plazas ya que las familias grandes con hijos y abuelos a su cargo, a menudo viven bajo el mismo techo. Asimismo, opinan que el mercado posee mucha potencia para llegar a convertirse en uno de los más grandes después de Estados Unidos, donde las compañías automovilísticas han vendido monovolúmenes como churros durante años.

“Tras el despliegue de la política de dos hijos, creo que la cuota de mercado de los SUV de 7 plazas o monovolúmenes se fortalecerá aún más”, explica Wu Song, el gerente de GAC Motor. Y es que en los primeros 10 meses del año, los monovolúmenes crecieron un 7,8% superando el 1,5% del mercado del automóvil en general, según explica la Asociación China de Fabricantes de Automóviles.

Estos SUV poco atractivos, a día de hoy, representan tan solo el 10% de las ventas de turismos en China, sin embargo, las ventas están creciendo a un ritmo mayor que el de todo el mercado de automóviles situándose en uno de los más elevados del mundo. Esto se debe también a que el enfoque de los monovolúmenes ha cambiado recientemente, ya que durante años las empresas chinas dirigían sus ventas hacia ejecutivos o pequeñas empresas que necesitaban un caballo de batalla para transportar tanto mercancías como personal.

Pero el gancho reciente de los monovolúmenes en general no solo viene motivado de la política sobre la natalidad sino que también ha ayudado la restricción de disponer de un segundo coche en la mayoría de las ciudades importantes del país asiático. “El coste de poseer dos vehículos es alto. Es por ello que la demanda de vehículos de siete plazas ha crecido enormemente”, declara Gustavo Céspedes, vicepresidente ejecutivo de la empresa conjunta de General Motors con SAIC Motor y Wuling Motor.

El éxito de ventas en China viene de la mano de la mini furgoneta Wuling Hongguang valorada en 42.800 yuanes (5.963 euros), aunque por sus características el más adecuado para las familias chinas es la Baojun 730, marca de GM, que está a la venta por 69.800 yuanes (9.724 euros). Hecho que ha permitido a este último convertirse en el segundo monovolumen más popular  tan solo un año después de lanzarse al mercado.

General Motors y sus socios copan el mercado con más del 50% de cuota. Hace dos años que el director de diseño de GAC, Zhang Fran, comenzó a trabajar en un vehículo que permitiera rellenar el hueco que faltaba entre mini-furgonetas básicas y modelos de gama alta como pueden ser los Alphard de Toyota Motor Corporation, vendidos por un precio de 759.000 yuanes (103.846 euros). “Esa brecha es en realidad muy lucrativa”, sentencia Fran.

Está claro que los conductores chinos invierten más en un coche que pueda satisfacer sus necesidades antes de que la carrocería de su vehículo deje anonadado a todo el mundo a su paso. Ma Li, un cirujano plástico de Beijing, confirma la tendencia explican que se compró un monovolumen debido a la seguridad que aportan sus puertas correderas para su hijo de 10 años. Agrega además que “no pensé en absoluto cómo ven mis amigos mi coche. El aspecto más importante es el uso práctico”.