Consejos para que tu carro dure más

Para muchos de nosotros tener un carro no es un lujo sino una necesidad, bien sea porque nuestro lugar de trabajo queda muy lejos o porque tenemos que estar el día entero dando vueltas por la ciudad o incluso entre diferentes ciudades. Y claro, el pobre se va desgastando y se va depreciando cada vez más. Sin embargo un cuidado y un mantenimiento constante son la clave para alargar la vida útil de nuestro vehículo, y para eso tenemos unos cuantos consejos que nos ayudarán a conservarlo en el mejor estado posible, tanto por fuera como por dentro:

– Revisa los fluidos: Es importante que al menos una vez al mes y siempre antes de un viaje largo, revisemos los niveles de aceite, de anticongelante, del líquido de frenos, de transmisión y de la dirección hidráulica. Todos estos líquidos tienen por función mantener “hidratadas” diferentes piezas de nuestro carro, pues ayudan a evitar el óxido o los rozamientos entre elementos.

No solo es necesario mirar el nivel sino también el color, pues un cambio drástico de éste nos puede estar indicando una falla, una fuga o que ya cumplió su ciclo útil. Además, líquidos como el aceite o el fluido de la transmisión no deben oler a quemado.

– Neumáticos: Debemos mantenerlos inflados siempre, porque un neumático con baja presión se calienta más y se va deformando. Cuando están inflados podemos alargar su vida útil hasta un 15% y podemos disminuir hasta un 10% el consumo de gasolina por kilómetro. Todas las bombas de gasolina tienen aparatos para medir la presión, así que sería ideal que la revisáramos cada vez que repostamos.

También podemos reducir el desgaste irregular de las llantas cambiándolas de posición dos veces al año, lo ideal es rotarlas en diagonal: la delantera derecha a la trasera izquierda y la delantera izquierda a la derecha trasera. De esta manera también podemos extender la vida útil de los neumáticos.

– Filtro de aire: Es el que permite que nuestro motor respire, por lo que mantener el filtro de aire en buen estado es fundamental para evitar un mayor consumo de combustible y un peor rendimiento de nuestro carro. Se debe cambiar aproximadamente cada 20.000 kilómetros.

– Pastillas de frenos: Debemos evitar que se desgasten, pues podrían dañar los discos de los frenos. Así que es importante controlar el espesor de las pastillas, pues reemplazarlas es más económico que cambiar los demás elementos del sistema de frenado que se pueden dañar por este descuido.

– Alineación y balanceo: Si vemos que el carro se agita cuando vamos a alta velocidad o si la marca de rodada se está viendo muy desigual, es porque ya es tiempo de pasar por una alineación y balanceo, que hacen que el desgaste de las bandas de rodamiento de las llantas sea parejo y su vida útil sea más larga y que la dirección sea precisa, además ayuda a tener mayor comodidad al conducir.

– Maniobras bruscas: Clavar los frenos bruscamente, tomar las curvas haciendo chillar los neumáticos y acelerar de manera agresiva van deteriorando el motor, la transmisión, el sistema de frenado y la suspensión porque estás sometiendo a tu carro a un esfuerzo inesperado. Aunque a la larga se van a ir desgastando, podemos retrasar su deterioro con un manejo más suave y sin forzar el motor o los frenos.