Conoce la historia del logo de Cadillac
Los calendarios marcaban el 22 de agosto de 1902 cuando uno de los fabricantes de coches norteamericanos más importantes de nuestros días, Cadillac, nacía en el corazón de lo que hoy conocemos como Motor City: Detroit.
El nombre de aquella nueva firma es homenaje al oficial Antonie de la Mothe Cadillac —fundador de la ciudad— y no encierra menos orgullo ni elegancia que su emblema, que junto con sus modelos, ha ido evolucionando.
De hecho, prácticamente cada década del siglo pasado fue testigo de un rediseño del logo de Cadillac. El primer modelo en portarlo fue el Modelo A, que fue presentado exactamente al mes siguiente del nacimiento de la marca. Aquel primer emblema llevaba el escudo de la marca circunscrito en laureles y una corona; abajo, las palabras "La Mothe Cadillac" ponían en evidencia el origen del nombre de la marca.
Tal parece que escoger como nombre de la empresa al fundador de la ciudad le trajo a Cadillac una fuerte participación en el mundo de la política. Sea por destino o por casualidad, la marca ha estado muy presente entre los hombres de poder de los Estados Unidos el siglo pasado y aún ahora.
Poco tiempo después de haber sido adquirida por General Motors —lo que sucedió el 29 de julio de 1909—, Cadillac renovó por completo su emblema. El símbolo de distinción de la marca en la década de los 10 era tipográfica. El logotipo estaba acompañado por la frase Standard of the World.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que la marca decidiera traer de vuelta su icónico escudo, una vez más dentro de un círculo, pero sobre una placa en forma de octágono y conservando el eslogan Standard of the World. Así, durante la década de los 20, este logotipo distinguió a modelos tan importantes como en LaSalle o el Serie 542, que fue el primer coche comercializado con un motor V16, con 160 CV en aquel momento.
Años más tarde, en los años 30, con el fin de retomar el linaje de elegancia y gloria de la marca, el logo de Cadillac recupera los laureles y pierde el eslogan. A cambio, la marca ya se había convertido en todo un ícono del diseño de coches gracias a la mano de Harley Earl, quien en su momento dio vida al LaSalle y, en esta década, a los Series 50 coupés y descapotables.
La década de los 40 fue el boom de diseño para Cadillac; fue el periodo en el que la marca cimentó parte de las bases que la distinguen hasta nuestros días: diseños sumamente extravagantes, como el del Sixty Special y sus alas inspiradas en el mundo de los aviones. Es por esto que, de todas las actualizaciones del logotipo, esta es la más radical: una V cromada y una disminución del tamaño del escudo. Años más tarde, el diseño del logo de Pontiac recordaría a este de Cadillac.
Justo a la mitad del siglo pasado, Cadillac vivió una serie de eventos que la marcaron, como la producción de su unidad dos millones, el lanzamiento del mítico ElDorado y la jubilación de su diseñador estrella, Harley Earl. Durante estos años, el logo de Cadillac fue ligeramente distinto al de los cuarenta; lucía más limpio y horizontal, pero conservaba la V cromada.
Además de convertirse en un símbolo de distinción, Cadillac buscó la forma de marcar la década de los 60 como una de grandes avances tecnológicos. Así, introdujo los faros de encendido y apagado automático, la calefacción regulable con termostato y, por primera vez en la historia de la marca, un coche de tracción delantera. Aquel Eldorado Fleetwood ya exhibía un nuevo emblema que perdía toda clase de adornos más allá del escudo, esta vez mucho más estilizado que en décadas pasadas.
La década siguiente trajo consigo un importante crecimiento en los apartados de seguridad y deportividad. Fue aquí, en los 70, cuando Cadillac lanzó al mercado el coche más potente de la época, uno con 400 CV que además adoptó un sistema similar a lo que hoy conocemos como ABS. Años más tarde también introdujo un concepto parecido al airbag. Durante esta década, Cadillac portó uno de los logotipos menos Cadillac de su historia, uno con una clase de diamante de proporciones enormes sobre la corona del escudo.
A partir de los años 80, el logotipo de Cadillac vuelve a ser como lo conocemos hasta ahora: el escudo con los laureles. En un principio, el emblema sólo era plano y sin mucho carácter, un poco como el de los años 30. En los 90, el logo vuelve a estar dentro de un círculo, pero esto no duró mucho, pues en el 2000 el laurel se fusiona con el círculo, dando a luz el logotipo por el que mejor recordamos a la marca. Fue apenas en octubre del año pasado cuando Cadillac estrenó logotipo, mucho más futurista y sin laureles.
Desde aquel 1902, Cadillac ha sido como muchas personas: ha cambiado de look década con década. La constante es la distinción que representa su emblema —en todas sus variantes— y el puro estilo americano que ha identificado y continuará identificando a Cadillac como una de las firmas de lujo más importantes de los Estados Unidos.
No comments:
Post a Comment