Distancia de seguridad entre vehículos
Mil uno, mil dos, mil tres... seguro te suena esta frase. Es el truco que nos enseñaron para guardar la distancia de seguridad con respecto al vehículo de adelante.
El mencionar esta frase nos toma el equivalente a tres segundos de tiempo en pronunciarla, que es la distancia que deberíamos dejar con el vehículo de adelante por lo menos.
Es sencillo, buscas una referencia fija en la carretera y empiezas a contar mil uno, mil dos, mil tres, y si cuando has terminado de decirlo no has llegado a ese punto de referencia que te habías marcado, es que llevas esos tres segundos de distancia con el vehículo que te precede. Pero es más, si llegas a mil cuatro, mucho mejor, sobre todo en vías de alta velocidad como las autopistas.
Por supuesto, esto en condiciones óptimas de circulación, si además está lloviendo o conduces ligeramente cansado esta distancia debe de aumentar.
Pero también puede pasar que no estemos cómodos con la distancia de seguridad que está manteniendo el vehículo que circula por detrás nuestro. Cuando, sin intención de adelantarnos, circulen bastante pegados a nosotros, debemos de aumentar la distancia con respecto al vehículo que va frente a nosotros, frenando progresivamente, así llamaremos su atención y le obligaremos a disminuir la velocidad y aumentar su perspicacia. Deberemos tener mucha más anticipación y mirar mucho más adelante.
Distancia de seguridad no sólo hay delantera y trasera, también existe la distancia lateral de seguridad. En ciudad intentaremos evitar circular pegados a otros coches que estén estacionados, ya que en cualquier momento se puede abrir una puerta o entre dos coches estacionados puede sobresalir (aunque esté mal hecho) una carreola, la rueda delantera de una bicicleta intentando incorporarse, una persona o incluso un auto haciendo maniobra. Esta distancia lateral la deberemos respetar, incluso cuando seamos conductores de bicicletas o motocicletas, y por los mismos motivos.
En carretera es obvio que la distancia lateral de seguridad debe ser mayor, por la velocidad a la que circulamos. Aquí aparecen esos famosos 1,5 metros de distancia cuando nos cruzamos con peatones circulando por el acotamiento o cuando rebasamos a un ciclista en carretera. También cuando adelantamos a otros vehículos deberemos respetar la distancia lateral suficiente.
En carreteras estrechas también nos podemos encontrar con vehículos de frente. En estos casos y con curvas cerradas de reducida visibilidad o cambios de ancho del camino, circularemos lo mas a la derecha posible para facilitar el cruce entre vehículos.
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