15 trucos para alargar la vida de tu coche
Si te dijera que aplicando estos 15 trucos podrás alargar la vida de tu coche, ¿estarías dispuesto a ponerlos todos en práctica? Piensa que aunque ahora hacer un pequeño desembolso no te vaya del todo bien; es posible que estés evitando una factura mucho más gorda dentro de unos meses.
Toma papel y boli o anota en la lista de favoritos de tu navegador esta noticia porque vamos a enumerar 15 trucos para alargar la vida de tu coche.
Somos conscientes de que solo con ver el coche en lo alto del elevador del taller, te empiezan a tiritar las piernas. Pero lo peor llega no sólo cuando el mecánico te pasa la factura; el momentus horribilis supremum se produce cuando preguntas el por qué de esa avería (sobre todo si figura en la lista de las cinco más caras) y te explican que con un buen mantenimiento se podría haber evitado.
Quizá el mejor consejo es el de no ignorar jamás un síntoma: una pieza defectuosa nunca se repara por sí sola. Recuerda que los ruidos extraños suelen delatar algún problema en el motor o en otros componentes mecánicos. En el caso de los frenos, si llega a rozar metal contra metal, puedes despedirte de los discos; con la correa de distribución está en juego la vida del motor. Presta también atención al color del humo del tubo de escape.
Sin más preámbulos vamos a repasar los 15 trucos que te permitirán alargar la vida de tu coche y reducir las visitas al taller:
1. Protege la pintura
Rayos del sol, restos de insectos, excrementos de pájaros... Todo esto agrede a diario la pintura. Aplica una capa de cera para conseguir una mayor protección; lo ideal es que lo hagas un par de veces al año ya que una mano de cera impide que penetre la humedad.
Recuerda que una pintura en mal estado resta valor al coche cuanto tratas de venderlo en el mercado de segunda mano.
2. Hazte con un accesorio protector del frontal
¿Circulas con frecuencia por tramos de autopista? Si es así, deberías inspeccionar el frontal del coche por si las pequeñas chinas que levantan otros vehículos hubieran dañado la pintura del capó o la aleta. Para proteger la zona de estos impactos leves, puedes emplear una película protectora especial de pintura.
3. Revisa las 'tripas' del coche
Por tripas del coche no nos referimos al motor si no a piezas y espacio más profundos. La protección anticorrosión de un coche moderno suele ser suficiente; pero si se trata de un vehículo con unos años a cuestas es conveniente cuidar el interior del motor con cera o grasas protectoras.
Algunos especialistas utilizan un endoscopio especial para poder observar las cavidades del coche. Muchas veces el aspecto que ofrecen los huecos no es el idóneo, y se recomienda un tratamiento con grasa o cera.
4. Repasa las juntas de goma
Los plásticos de tu coche envejecen por la influencia del medio ambiente y soportan mal el uso de detergente inadecuado. Ten cuidado si utilizas productos con fuertes propiedades abrasivas, porque son capaces de dañar las partes de goma o las piezas de plástico.
Son muchos los factores externos que pueden cuartear las gomas. Si esto sucede, tu coche no sólo ofrecerá un aspecto deteriorado; además sufrirá más los estragos climatológicos (incluso puede entrar agua en el habitáculo con lluvia fuerte).
Para evitarlo, usa renovadores de goma cada cierto tiempo y, en verabo, subre el salpicadero para que no le dañe el sol.
5. Lávalo con frecuencia
La acumulación de sucedad es una foco de corrosión, por eso es importante retirar pronto las manchas incustradas. Un consejo para los autolavados: realiza un prelavado con la pistola de alta presión para eliminar la suciedad de las zonas difíciles (esquinas, aletas...). Retira también las hojas acumuladas en las entradas de aire.
6. vigila el nivel de aceite
Cuando se enciende el testigo de medición del nivel de aceite no puedes retrasar ni un minuto el relleno: eso es que está muy por debajo de la marca de mínimo (mejor que no compruebes hasta dónde puede llegar tu coche sin aceite). Este es uno de los consejos más importantes, dentro de los 15 trucos para alargar la vida de tu coche.
La falta de lubricante puede ocasionar graves daños en el motor; lo recomendable es comprobar el nivel al menos una vez al mes.
7. Sustituye la correa de la distribución
Cuidado con los intervalos de cambio de correa que señala el fabricante si se terminó la garantía: es una de las averías más caras de reparar.
Si se rasga antes de tiempo, lo más probable es que no recibas ninguna compensación. En cualquier caso, respeta los plazos preestablecidos como si fuera algo sagrado, incluso trata de no apurarlos y pasarte de previsor.
8. Atento a la presión de los neumáticos
No es fácil detectar un neumático en mal estado mientras conduces. Incluso un conductor experto puede percatarse de que la goma ha perdido el dibujo cuando ya es demasiado tarde. Si la presión es baja, el neumático se calentará mucho en los tramos de autopista. ¡Las deformaciones en los flancos o la banda de rodadura suponen un enorme peligro!
El consejo es revisar con asiduidad el estado de los neumáticos y siempre antes de salir de viaje; en este caso, además, es recomendable ajustarla a la carga del maletero.
9. Climatizador
En teoría, el aire acondicionado es un circuito estanco. Sin embargo, la realidad muestra que, cada año, se evapora un 10% del refrigerante. Algunos componentes del circuito se cambian pasados unos años (según el uso). Tenlo en cuenta antes de plantearte cambiar el gas del aire acondicionado.
En este práctico te explicamos cómo cargar el aire acondicionado.
10. No escatimes en recambios
Los filtros sucios o las correas porosas pueden incrementar el consumo o dañar el motor. Lo peor es el descuido de los frenos o el chasis que, además, te imposibilitarán pasar la ITV.
11. Trata de no recorrer tramos cortos
El funcionamiento en frío aumenta el desgaste de las piezas e impide que el aceite se caliente. Además, el lubricante se mezcla con algo de gasolina y vapor.
12. Cuidado con los golpes a bordillos
Los expertos hablan de la 'memoria de los neumáticos': si no se cuida la goma o la presión correcta, se producen daños inapreciables en la estructura de la rueda. Tarde o temprano los neumáticos se vuelven defectuosos.
En este punto el mejor consejo es que pongas máximo cuidado a la hora de aparcar... salvo que tengas un coche que aparque solo:
13. Espera a que se caliente el motor
Si a un motor se le exige demasiado durante los primeros kilómetros, crece mucho el desgaste. Es conveniente dejar que el agua alcance una temperatura de 90 grados, para el aceite son unos 75 grados. El aceite motor es, precisamente, el que más tiempo tarda en calentarse. Lo malo es que muchos coches ya no incorporan indicador de temperatura de agua ni de aceite.
14. Procura hacer cambios de marcha fluidos
Cuando el pie izquierdo se queda enganchado en el pedal de embrague, se produce un desgaste constante. Algo parecido ocurre cuando se engranan las marchas con torpeza y se ‘rasca’ el cambio. Si se juntan varios hábitos de este tipo es probable que el embrague no resista ni 15.000 km.
15. Olvida las maniobras bruscas
El semáforo se pone en verde y el coche sale disparado hasta el próximo, donde clava los frenos. El que se acostumbra a este estilo de conducción desgasta mucho los frenos y la transmisión.
La próxima vez, piensa que un sobre esfuerzo innecesario precipita el fin de la vida útil de las piezas de desgaste. Y que con una conducción eficiente ahorrarás combustible.
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