Friday, January 13, 2017

Buenas prácticas en carretera


Viajar por las carreteras de Colombia es una de las experiencias más interesantes y gratificantes del mundo, aunque a veces puede también ser algo estresante.
Los paisajes, los múltiples cambios de temperatura y vegetación que se perciben a lo largo del camino y las incontables delicias que se consiguen en los paraderos hacen del trayecto una parte valiosa y fundamental de cualquier viaje en el interior del país. Sin embargo, no todo es color de rosa. Existen también varios peligros en las carreteras, muchos de los cuales se deben al propio conductor o a los demás actores viales. Y claro, a los problemas de infraestructura que también aparecen regularmente en nuestros caminos.
En este artículo voy a obviar los problemas ligados a terceros. Ya todos sabemos que hay un gran número de personas que atraviesan las carreteras sin utilizar los puentes peatonales, bien sea por pereza o simplemente porque no los hay. También nos hemos llevado grandes sustos por culpa de los conductores imprudentes que adelantan cuando no se debe, que frenan como y donde se les da la gana y que se juran manejando en un autódromo o para un casting de Rápido y furioso. Y ni hablar de los baches de la vía, pues como buenos citadinos ya estamos acostumbrados a esquivarlos, puesto que lo hacemos a diario.
Quisiera evitar estos temas porque, a parte de conducir con precaución y mucha atención, no hay mucho que podamos hacer. Esos problemas se nos salen de las manos y parece entonces más pertinente abordar aquellos en los que podemos tener una influencia real y directa. Por esta razón me voy a concentrar en lo que realmente podemos controlar y por esa razón les dejo las siguientes buenas prácticas en carretera.
La primera recomendación es revisar el carro antes de salir de viaje. Esa revisión de frenos, llantas, dirección, etc. debe hacerse, ojalá, días antes de coger carretera. Son muchos los que esperan hasta la víspera para chequear las condiciones del carro y eso no es lo más recomendable. Se corre el riesgo de tener que atrasar la salida por culpa de un problema simple pero que requiera pasar por el taller de confianza.
Ya en la vía, son varios los cuidados que debe tener el conductor para viajar seguro. Se recomienda hacer breves pausas cada dos o tres horas para estirar las piernas y distender el cuerpo. También es preferible no conducir por más de nueve horas en una misma jornada y, de ser posible, alternar el volante con otros pasajeros. El cansancio es causante de muchos accidentes y hay que estar atento a las señales que nos envía nuestro cuerpo cuando se fatiga.
Es importante prestar mucha atención al funcionamiento del carro. En el tablero de los vehículos hay una serie de testigos que dan cuenta de la temperatura del motor, del estado del líquido de frenos y de los niveles del carburante. Se recomienda mirar regularmente estos testigos y estar atento a ruidos y vibraciones sutiles que también pueden ser el anuncio de algún problema técnico.
Las carreteras en Colombia están en constante evolución y, hoy en día, ya contamos con más de 1.100 kilómetros de autopistas de doble calzada. Estas colosales construcciones nos permiten movilizarnos a altas velocidades para llegar más rápido a nuestros destinos.
Tuve la suerte de visitar la linda Villa de Leyva aprovechando el festivo del 7 de agosto. Pude constatar dos cosas: la primera, que la doble calzada entre Tunja y Bogotá está prácticamente terminada; la segunda, que son muchos los conductores que no saben cómo sacarles el mejor provecho a estas vías.
Muchos carros, buses y camiones pesados avanzan a velocidad moderada por el carril izquierdo. No tengo ningún problema con las personas que deciden manejar lenta y tranquilamente, pero el carril izquierdo está diseñado para realizar sobrepasos y el derecho, para circular.
Al realizar un adelantamiento o un cambio de carril cualquiera es imperativo utilizar las luces direccionales. A altas velocidades, se debe ser precavido y anunciar con antelación cada movimiento, puesto que los demás carros también se movilizan rápidamente y esos anuncios permiten prever maniobras y evitar graves accidentes. Las luces de parqueo son también un excelente aliado para evitar choques traseros cuando se frena intempestivamente o para indicarle a los otros vehículos que hay un peligro en la vía.
Las carreteras son espacios que compartimos con otros automotores en los que se movilizan personas, vidas humanas. Es importante entender estos lugares de paso como espacios comunitarios en los que debemos convivir y no competir. Es por ello que es de vital importancia una comunicación efectiva entre los vehículos. El diálogo entre los distintos actores de la vía es posible gracias a las señales visuales, como las direccionales o las luces altas, y sonoras, como el pito. Para entendernos, es capital que todos hablemos el mismo lenguaje. Recordemos que la comunicación es la base de la convivencia.
Finalmente, recuerde que los cinturones de seguridad no son un adorno y que pueden salvarles la vida a quienes se sientan adelante y atrás.
Todas estas precauciones son primordiales para una buena ruta y un buen viaje. Disfrútelos.

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