Autolib: Carros compartidos moviendo Paris

Autolib’ es un servicio público de carros compartidos y de autoservicio que funciona en París, Francia. Fue lanzado en 2011 y cuenta con una flota de 3 239 vehículos distribuidos por toda la capital y su área metropolitana.

Para acceder a estos carros, diseñados por la muy reputada firma italiana Pininfarina, se debe realizar una inscripción previa por internet en la que se presenta un documento de identidad, la licencia de conducción y una tarjeta de crédito. También es posible visitar una de las 937 estaciones ubicadas estratégicamente a lo largo y ancho de la metrópolis. En esos dispositivos ultra­futuristas, uno se comunica por intermedio de un computador con una operadora. Basta con realizar un pago electrónico, escanear los papeles requeridos y aceptar los términos y condiciones del servicio. Dado que estamos hablando de un carro, el usuario se compromete, sobre todo, a no conducir ebrio y a devolver el vehículo, so pena de elevadas multas.

En caso de que el usuario cometa una infracción, el propio vehículo acusa al conductor, a quien le es virtualmente imposible incumplir las normas de tránsito más elementales. Esto asegura que los carros sean manejados responsablemente.

Estos vehículos son 100% eléctricos y utilizan baterías de litio de fabricación británica que se recarga por completo en 4 horas, brindando una autonomía de 250 kilómetros en ciudad. En el área metropolitana de París hay, instalados y funcionando, 4 822 puntos de recarga de la empresa. Los dueños de vehículos eléctricos particulares pueden también pagar una anualidad para acceder al servicio de recarga. Autolib’ está entonces promoviendo el uso de los carros eléctricos, al mismo tiempo que crea un nuevo concepto de carro comunitario. Toda una revolución en el mundo automotriz.

Al interior de cada vehículo, una pantalla táctil con GPS guía al conductor. La tarjeta inteligente del usuario guarda información sobre los destinos más visitados. Incluso, las emisoras preferidas del titular de la cuenta se programan automáticamente en su carro de turno.

Existen distintos planes de suscripción que van de un día a un año. Aparte de la inscripción, el usuario paga una suma de dinero que varía según el plan y la cantidad de minutos conducidos.

Los turistas que cuenten con una licencia de conducción extranjera pueden darle una probadita a este Autolib’ que promete revolucionar la movilidad en la ciudad. Ahora que parece ser que los colombianos podremos visitar suelo francés sin necesidad de tramitar una engorrosa visa, este servicio se presenta como una alternativa interesante y curiosa para darse una vuelta de noche por la Ciudad Luz. Su uso se justifica aún más si el plan es turistear en época de invierno, cuando el frío puede ser insoportable.