Personaliza tu carro cuidando la billetera

Comienza el año y a estas alturas nuestros bolsillos y alcancías suelen estar bastante vacíos después de las fiestas, los regalos y las vacaciones, pero aun así sabemos que debemos mantener nuestro carro en óptimas condiciones, además de tenerlo bonito y en muchos casos, personalizarlo a nuestro gusto.

En lo de personalizarlo, reconozco que soy más clásica, pero a veces se ven por ahí verdaderas bellezas. De todas formas, poner el carro a nuestro gusto no significa solamente pintarlo diferente o ponerle calcomanías y vidrios polarizados, también hay muchas formas para cambiar las prestaciones y la dinámica de nuestro vehículo, muchos trucos para hacerlo más veloz, e incluso para ahorrar en combustible.

Prácticamente no hay límites a la hora de hacerle modificaciones a los automóviles y eso nos puede costar desde unos pocos miles de pesos hasta una verdadera millonada, dependerá de nuestros gustos y presupuestos. Pero como dije al comienzo, seguramente en estos primeros meses del año vamos un poco más cortos de dinero, por eso les voy a pasar una lista muy interesante con algunas variaciones que podemos hacer y que no resultan tan costosas.

Claro, la lista es para aquellos que solo quieren hacer unas modificaciones sencillas, ¡no para los que quieren competir en el Dakar o darse unas vueltas a nivel competitivo en el autódromo de Tocancipá!

– Sistema de escape: La idea no es cambiarlo por un tubo que hace ruido y no sirve para nada más. Lo mejor es instalar uno de alto desempeño que tenga tuberías más resistentes, con menos curvas y optimizadas para una adecuada evacuación de los gases.

Si tenemos un poco más de presupuesto, lo ideal sería cambiar también los colectores de escape del motor. En realidad, estas modificaciones le darán a nuestro carro unos pocos caballos adicionales y hará que suene mejor, pero recordemos que el volumen y la calidad no es lo mismo, y muchas veces terminamos con una cafetera sonora que para lo único que sirve es para aumentar la contaminación acústica.

– Rines: Casi que es lo primero que se le modifica al carro cuando queremos cambiar su aspecto, además porque es lo menos complicado y lo más rápido. En cuestión de rines, pueden ser grandes o pequeños, anchos o delgados, y de diferentes materiales; es una cuestión de gustos, pero hay que tener en cuenta ciertas consideraciones.

Por ejemplo, los rines cromados son de metal brillante que hace más difícil disipar el calor, con lo que se corre algún riesgo de que se calienten los frenos. También hay que considerar si son una aleación ligera que ayuda a disminuir un poco el peso del carro. La elección de rines debe ser adecuada al tipo de neumático y llanta con que los vamos a combinar y de la estética que le queramos dar al carro. Otra opción, que además resulta más barata, son los populares tapacubos.

– Llantas: Antes de cambiarlas, hay que recordar que son las que nos ayudan a controlar el carro y es el único elemento que nos mantiene en contacto con el suelo. Así que es mejor poner piezas de calidad y evitar las de segunda mano, las re-encauchadas y las de marcas poco conocidas y probadas. También hay que tener en cuenta el tamaño de nuestro carro, pues no podemos ponerle unas de 19 pulgadas a un carro pequeño porque no nos va a ayudar en nada.

– Barras estabilizadoras: Es una de las modificaciones más económicas para ponerle a nuestro carro, se pueden montar en cualquiera de los dos ejes (delantero o trasero) y su función es aumentar la rigidez estructural del chasis. ¿Y esto para qué sirve? Pues tiene un efecto positivo en la dinámica del vehículo, haciéndola más precisa y ágil, por ejemplo, al tomar curvas cerradas.

– Accesorios: Acá metemos ese grupo de elementos que mejoran la estética de nuestro carro, son fáciles de conseguir y la mayoría resultan bastante económicos. Por ejemplo: poner faros antiniebla, cambiar las luces por las de xenón HID e incluso ponerle un resonador. Aunque personalmente esto último no lo recomiendo, ya tenemos suficiente ruido en la ciudad.