Friday, January 6, 2017


Nueve pasos para tratar con un carro recalentado



No es nada agradable cuando vas conduciendo y de un momento a otro los indicadores de temperatura comienzan a subir e incluso ves que sale algo de humo por las rejillas delanteras del carro. Es algo que asusta, y mucho. Te bajas a mirar y te das cuenta de que el motor parece una olla a presión.
Se recalentó el carro, efectivamente. Pero ya cometimos el primer error al apagarlo para salir corriendo a mirar, pues entre el humo y los indicadores ya sabíamos que estábamos sufriendo un sobrecalentamiento del motor y al pararlo de golpe estamos dejando que se enfríe con la temperatura de la atmósfera y tanto las válvulas como la junta de la culata podrían dañarse. A continuación te explicamos la manera correcta de lidiar con esta situación.
– Cuando nos demos cuenta que el carro comienza a recalentarse, lo primero que debemos hacer es abrir las ventanas, apagar el aire acondicionado y encender la calefacción hasta el máximo. Aunque suene raro, con esta maniobra puedes enviar parte del calor del motor al habitáculo y comenzar a enfriarlo.
– Ahora si podemos estacionarnos y apagar el motor, pero dejando la llave en posición de encendido para que las luces y el tablero de mandos sigan prendidos y los ventiladores sigan funcionando para acelerar el proceso de enfriamiento.
– Si el capó está demasiado caliente o el vapor sigue saliendo, es mejor dejarlo quieto y esperar que baje un poco su temperatura antes de aventurarnos a abrirlo, después si podemos levantarlo por completo para que se enfríe más rápido, pero con precaución, porque el vapor y el calor pueden salir con mucha presión del radiador y quemarnos.
– Ahora simplemente tenemos que esperar a que se enfríe el motor, un proceso que dura entre media hora y cuarenta y cinco minutos, donde lo único que hay que hacer es tener paciencia, porque si se nos ocurre ponerle agua fría al motor recalentado, el cambio abrupto de temperatura podría dañarlo seriamente.
– Para asegurarnos de que está frío y no correr riesgos a la hora de abrir el radiador, debemos tocar la manguera superior; si está dura y no se puede apretar, no debemos quitar todavía la tapa, pues sigue teniendo demasiada presión y tenemos que esperar un poco más.
– Con el motor frío, podemos comenzar con las revisiones, mirando si el tanque de reserva del refrigerante está vacío y revisando el motor en busca de fugas en las mangueras, o si vemos algún líquido saliendo por debajo del carro. Si el envase del anticongelante está desocupado y no tienes más a mano, puedes llenarlo solamente con agua como solución temporal, al igual que el radiador.
– Si los niveles de líquido refrigerante son normales, el recalentamiento puede deberse a problemas eléctricos o mecánicos más difíciles de detectar como fallos en el termostato o en los ventiladores y es mejor llamar a una grúa.
– Ahora ya podemos volver a encender el carro y revisar el indicador de temperatura. Si continúa subiendo hasta la zona roja deberemos apagarlo y esperar otro cuarto de hora antes de volverlo a intentar.
– Cuando ya podamos conducirlo, lo más prudente es hacerlo hasta encontrar el mecánico más cercano para diagnosticar y solucionar correctamente el daño de nuestro carro.

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