Friday, January 6, 2017

Lo que no debes hacer nunca con el clutch


Cuando comenzamos a manejar y a formar nuestra manera de conducir, también empezamos a crear algunos hábitos que resultan perjudiciales para nuestro carro, y los más comunes están relacionados con el uso de los pedales, especialmente el del clutch.
Para ponerlo en palabras sencillas el clutch o embrague es una pieza que separa el movimiento que sale del motor hacia la caja de cambios y de ahí a las ruedas, cuando no accionamos el clutch ese movimiento del motor se transmite a las ruedas y cuando pisamos el pedal estaremos separando las llantas y el motor, que quedarán incomunicados.
Cuando lo dejamos a mitad del recorrido, o sea cuando pisamos el embrague a medias, lo estamos haciendo friccionar y la trasferencia de movimiento no es total, con lo que tenemos un mayor desgaste de los componentes del clutch.
Ahora que ya aclaramos a grandes rasgos el funcionamiento del embrague, veremos que hay errores muy comunes que casi todos cometemos y que pueden dañar partes importantes de nuestro carro.
– Apoyar el pie en el pedal. Muchas veces porque nos da pereza movernos o simplemente porque creemos que si quitamos el pie del pedal después no lo vamos a encontrar, tendemos a dejarlo apoyado en el clutch en lugar de utilizar la zona que todos los carros tienen a la izquierda y al que los diseñadores de automóviles (con toda la intención) le pusieron el nombre de reposapiés.
Dejar el pie en el pedal del clutch cuando no lo estamos usando implica que estamos haciendo presión sobre él, aunque sea muy poca, y esto genera un desacople entre el disco del embrague y el motor que va produciendo un desgaste acelerado e irregular de estas piezas.
– Meter el clutch antes de frenar. Normalmente lo recomendado es ir frenando nuestro carro poco a poco y cuando veamos que la velocidad ya ha disminuido, pisamos el pedal del clutch. Sin embargo muchas veces cuando nos vemos obligados a dar un frenazo tendemos a pisar el embrague y luego el freno, de manera que provocamos una fricción innecesaria que al final dañará nuestro vehículo.
– Mantenerlo pisado en los semáforos. Algunas personas tienen la costumbre de esperar el cambio a verde como si estuvieran en una carrera: Ponen el carro en primera y esperan con el clutch metido hasta el fondo. Resulta que esta práctica es muy perjudicial para el embrague, especialmente en ciudades con mucho tráfico como las nuestras, porque se desgasta el disco y así disminuimos su vida útil, además exigimos a las demás piezas un esfuerzo innecesario; lo que debemos hacer para mantenerlo en buen estado es dejarlo en neutro.
– Usarlo de freno. Cuando vamos bajando la velocidad y pisamos el clutch aunque no vayamos a meter el cambio, más bien pensando que con esta maniobra podemos controlar el carro. Si cometemos este error, terminaremos cambiando el embrague cada dos meses.
– No pisar hasta el fondo al meter los cambios. Cuando notamos un crujido mientras estamos haciendo el cambio de marcha, quiere decir que estamos aplicando el clutch de forma parcial y esto daña todo el mecanismo de embrague. Debemos pisar el pedal hasta el fondo para que la palanca de cambios se mueva suavemente y sea fácil seleccionar la marcha, después debemos soltar completamente el pedal.

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