Wednesday, January 11, 2017

El huracán Volkswagen


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Imposible pasar por alto la noticia del momento en el mundo automotriz. El escándalo que se destapó el pasado 18 de septiembre en el seno de Volkswagen gracias al trabajo investigativo de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU (EPA). Si todavía no está al tanto de la noticia, debo suponer que usted estuvo de vacaciones en los últimos días, alejado de internet y de todo tipo de medio de comunicación, ya que la noticia generó un revuelo internacional y la información se encontraba hasta en la sopa. Incluso hoy se sigue hablando del tema, ya que los coletazos han sido muchos y muy variados.
El cuento es más o menos así: en 2013, el Consejo Internacional en Transporte Limpio (ICCT, por sus siglas en inglés) inició una investigación en la que participó activamente un caleño, Francisco Posada Sánchez, y un grupo de científicos de la Universidad de Virginia Occidental. Según Pablo Petovel, periodista argentino del medio Merca2.0, dicho equipo llevó a cabo unas pruebas de emisión de tres modelos diesel alemanes: dos Volkswagen, un Jetta 2012 y un Passat 2013, y una BMW X5. En las pruebas, que se hicieron con los carros en marcha, los VW se rajaron por mucho, ya que sus emisiones de óxido de nitrógeno fueron entre 5 y 35 veces superiores a las permitidas por la Agencia para la Protección Ambiental (EPA). Por su parte, la contaminación generada por la X5 estaba justo por debajo de los límites permitidos.
La ICCT informó en mayo de 2014 a la EPA, entidad que acabó por descubrir y revelar hace pocos días que las emisiones de los Volkswagen estaban por debajo de los límites cuando se realizaban pruebas estacionarias, mas no cuando se encontraban en circulación. Esto era posible gracias a un software diseñado por los ingenieros de la reputada VW y que detectaba cuando el carro estaba realizando pruebas en modo estacionario.
La cabeza del ahora expresidente de la gigante alemana rodó junto con la de muchos otros subalternos. Y no era para menos. Son once millones de carros con motor diesel los que se han vendido alrededor del mundo que cuentan con ese software, que ya fue calificado como “delictivo” por el flamante nuevo presidente de la multinacional, Matthias Müller.
Volkswagen es el “Grupo Automotriz #1 en ventas a nivel mundial”. Eso dice en letras grandes en su página de internet y lo confirman las cifras. En la primera mitad del año, vendieron 5.04 millones de carros, mientras que Toyota, antigua cabeza del ranking, solo 5.02 millones. A raíz de este último escándalo, las cifras comenzaron a jugar en contra. En tan solo dos días, la automotriz alemana se desvalorizó en cerca de 30.000 millones de dólares. La multa que se le viene encima es de unos 18.000 millones de “verdes”, sólo en Estados Unidos. Fuera de eso, la nueva cabeza de la VW anunció que destinará 7.300 millones para desinstalar el software y recalibrar todos los carros implicados. Ninguna de esas cifras me cabe en la cabeza; y menos en la billetera. Estamos hablando de muchísima plata.
Gracias a internet, la noticia se ha regado por todo el mundo y han llovido críticas desde todos los rincones del Planeta sobre la empresa, que ya está empapada. Esto podría precipitar las ventas en los próximos años – para seguir hablando con metáforas climáticas. El huracán que ha generado este escándalo también ha golpeado a otras marcas, muchas de las cuales son producidas por la Volkswagen. Audi y Porsche, BMW, Seat, que cuentan con modelos producidos por VW, se han visto enormemente afectadas. Y en general la industria automotriz sintió el coletazo y las acciones de Mercedes, Peugeot, Renault, Fiat, Ford y GM se fueron a pique en la Bolsa de Frankfurt.
El ruido y la polvareda que se han creado a raíz de este fraude pueden generar algunos cambios en el sector automotriz. A futuro, es posible que la reglamentación y las pruebas de emisiones se hagan más estrictas, y cabe pensar que habrá una variación significativa en los precios del mercado de carros, especialmente en algunas de las marcas implicadas.
En el momento histórico en el que estamos, en esta época en la que la ecología es una preocupación central, y que además los carros eléctricos están pisando fuerte gracias al impulso de compañías como Tesla, esta noticia es catastrófica para los motores de combustión, particularmente para los que utilizan tecnologías diesel. El futuro es incierto, pero es muy factible que este escándalo genere cambios importantes en el mundo del carro. Yo-veré, dijo la nube.

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