Algo falla, ¿será el freno de mano?

Es un domingo cualquiera y decidimos irnos a almorzar a algún lugar por La Calera. Al igual que nosotros, miles de bogotanos han tenido la misma idea y ahí vamos todos, intentando subir por esa estrecha vía para alcanzar nuestro destino. Tenemos que ir despacio y muchas veces debemos detenernos, ya sea porque alguien ya eligió restaurante y para en la vía para poder ingresar a él, o puede ser que la gran cantidad de ciclistas, buses, camiones, conductores inseguros o demasiado prudentes e incluso el peaje nos obliguen a parar.

La mayor parte del trayecto de ida lo hacemos en subida, y parar en esas condiciones muchas veces nos obliga a poner el freno de mano para evitar escurrirnos y chocar con el carro que viene detrás. Este es un ejemplo del uso que le podemos dar al freno de mano, quizás el que mejor demuestra su utilidad, probablemente el resto del tiempo es un elemento en el que nos fijamos poco y generalmente el movimiento que realizamos para ponerlo en funcionamiento es tan automático que ni nos detenemos a pensar en él.

Este sistema de frenado actúa sobre las ruedas traseras del carro mediante un conjunto de varillas o cables que son accionados gracias a la palanca que normalmente tenemos entre los dos asientos delanteros. Como usa solamente esas varillas y cables, el freno de mano es totalmente mecánico y paralelo al método de frenado normal, lo que nos asegura que podamos parar el automóvil cuando los frenos convencionales fallen.

Claro está que el freno de mano también puede dañarse, y aunque esto no nos impide conducir, si puede representar un problema para la seguridad del conductor y sus pasajeros. Por eso es importante que sepamos cuáles son sus problemas más comunes y cómo los podemos detectar.

– No frena cuando lo activamos: Esto ocurre cuando lo hemos usado demasiado sin revisarlo habitualmente y puede deberse a varias causas, una de ellas es que los cables están dañados o deshilachados o que la varilla esta doblada. Para comprobarlo debemos mirar por debajo del carro el estado tanto de los cables como de la varilla. Además, un mecánico debe comprobar que las articulaciones estén bien engrasadas para asegurarse que el mecanismo funcione correctamente.

Otro problema cuando no funciona el freno de mano puede ser el estado de las levas que pueden estar muy gastadas o deterioradas y es necesario cambiarlas lo antes posible. Es algo que solamente podrán verificar en el taller, donde tendrán que revisar el estado de todos los componentes, tanto en el cuerpo de los frenos como en la pinza.

El daño también puede estar en el tensor, que puede haberse aflojado por el uso continuo y no permite que el recorrido de la palanca sea suficiente para bloquear los frenos de las ruedas traseras, por lo que en el taller deberán ajustarlo a la posición correcta.

– El freno funciona pero está demasiado duro: Cuando tenemos que hacer demasiada fuerza en la palanca para que el freno se active es síntoma de que algo no está funcionando bien. Una de las causas puede ser el desgaste excesivo de los forros o las pastillas (según el tipo de frenado que tenga el carro) que deberán cambiarse para evitar daños mayores. También puede ser que los cables no estén bien engrasados y en el taller deberán comprobar si hay cables o articulaciones oxidadas o resecas y engrasarlos hasta que penetre por todo el sistema.

El más grave de los daños que podemos tener es cuando además del esfuerzo que hacemos para subir la palanca, ésta no se sostiene en la posición de frenado. Lo más posible es que el trinquete de fijación de la palanca o el dentado sobre el que se desliza estén rotos, y en este caso habrá que cambiar todo el conjunto.

– No se enciende la luz de freno en el tablero: Esto puede representar un problema, porque muchas veces nos olvidamos que tenemos el freno de mano puesto y la luz nos da el aviso, ya que si recorremos mucho con este freno puesto podemos ocasionar graves problemas a diferentes sistemas del carro.

En este caso el daño es más del sistema eléctrico que del de frenado y debemos comprobar si el bombillo indicador está fundido y reemplazarlo. También puede ser que haga mal contacto con el interruptor automático porque está atascado o probablemente oxidado y en el taller podrán comprobarlo y solucionarlo.