Friday, January 6, 2017

5 consejos para manejar bajo la lluvia


Ya sea una llovizna leve o una tormenta huracanada, cuando la lluvia aparece la conducción se complica, nos encontramos en una situación que disminuye la visibilidad, se generan charcos en las vías, tenemos la sensación de que el carro pierde agarre, se forman trancones y además muchos conductores no se sienten seguros de sus habilidades al volante.
Es indudable que en estas condiciones las posibilidades de sufrir un accidente se multiplican y nuestra forma de manejar debe cambiar inmediatamente el chip para volverse más segura pues en estos casos el que se distrae está más expuesto a sufrir las consecuencias.
Manejar cuando el agua hace su aparición requiere experiencia, debemos volvernos más precavidos y saber anticiparnos, por eso es importante tener en cuenta algunos consejos básicos como los que te presentamos.
– Aumentar la distancia de seguridad. En condiciones de lluvia los accidentes por alcance se multiplican con sus consecuentes trancones, porque la distancia de frenado aumenta al estar el pavimento mojado y el carro no se detiene completamente hasta más o menos 5 metros, por eso la distancia de seguridad debe ser casi el doble de la normal.
La visibilidad se reduce y es posible que no advirtamos con claridad a las motos, las bicicletas, los peatones o los otros carros y al momento de divisarlos nuestro automóvil puede tener reacciones imprevistas por la pérdida de adherencia, así que es mejor no arriesgar y dejar el campo suficiente para que podamos maniobrar y no perdamos el control de nuestro vehículo.
– Déjate ver claramente. Así como a nosotros se nos dificulta ver a los demás carros, a ellos les cuesta el mismo trabajo divisarnos, por lo que debemos usar correctamente el alumbrado de nuestro vehículo encendiendo las luces y si es necesario los antiniebla traseros cuando la lluvia es muy intensa, teniendo en cuenta que deben estar orientados para no deslumbrar a los demás conductores. También debemos señalizar con más antelación cuando vamos a hacer un giro, así los que vienen detrás tienen tiempo de reaccionar.
– Reduce la velocidad y la agresividad. Debemos ir al menos unos 10 kilómetros por debajo de lo que marcan las señales y en ciudad, reducir más todavía; también tenemos que evitar las maniobras bruscas y por supuesto los frenazos. El asfalto mojado tiene un agarre menor y hay huecos o grietas ocultas bajo los charcos, además a más velocidad más agua tendremos en nuestro parabrisas, no solo por la lluvia que cae sino por la que levantamos con las llantas.
– Trata de evitar el aquaplaning. Podemos tener nuestros neumáticos en perfectas condiciones, pero eso no evita que tengan una capacidad limitada para evacuar el agua del trazado de la llanta, de manera que al pasar sobre una superficie inundada el agua forma una película entre el asfalto y las ruedas creando el aquaplaning, que hará que la dirección deje de ser efectiva y podamos perder totalmente el control del carro.
Lo mejor para evitarlo es intentar seguir la trazada del vehículo que vaya delante de nosotros, pero si caemos en él, lo mejor es dejar de acelerar, agarrar firmemente el volante y no hacer maniobras bruscas como un frenazo o un timonazo.
– Cuidado al pisar las marcas viales. Las marcas viales son las que están pintadas de blanco o amarillo por todas las vías, ya sean los pasos de cebra o las separaciones de carriles. Normalmente esa pintura es más deslizante que el resto del asfalto por el que transitamos, así que es importante extremar la precaución y pasar sobre ellas lo más recto que se pueda, disminuyendo aún más la velocidad, evitando los movimientos bruscos y tratando de frenar antes del paso de cebra y no cuando ya estamos encima para que el carro no nos vaya a patinar y terminemos en la mitad del cruce, sobre el andén o causemos un accidente más grave.

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