Tres de los daños más costosos que puede tener un carro

Ya sabemos que nuestros vehículos están compuestos de millones de piezas y que todas tienen alguna función. Sin embargo, a la hora de una avería no todas cuestan lo mismo. Habrá algunas que las podamos reemplazar por unos pocos pesos, pero hay otras que nos pueden llevar a la bancarrota o cuestan tanto que casi es mejor cambiar de carro. A continuación les voy a dar una pequeña lista de algunos de los daños más costosos que puede presentar un carro (en otro post les contaré más), ¡y por supuesto les informaré cómo evitarlas!

– La junta de la culata. Este elemento es absolutamente fundamental para que el motor de combustión funcione a la perfección. Es una pieza que une de manera completamente hermética la culata (encargada de sellar la parte superior de los cilindros para evitar la pérdida de compresión) con el bloque del motor.

Además la junta de la culata está fabricada con materiales muy flexibles, tiene unos orificios por los que pasan constantemente el agua y el aceite, puede soportar las altas temperaturas generadas por el motor y mantiene la estanqueidad impidiendo que el líquido refrigerante entre en contacto con el aceite del motor y se mezclen durante la combustión.

Como vemos, la función de esta pieza es bastante importante, por eso no es extraño que si se daña, la extensión de la avería puede llegar a afectar partes vitales del motor y dejarnos el bolsillo más seco que el desierto del Sahara, ya que para cambiarla habrá que sustituir también los tornillos de la culata, los retenes de aceite y varias juntas más. Además se tendrá que rectificar el motor (o sea meter en un torno los cilindros para dejarlos totalmente circulares otra vez) y posiblemente tengamos que reemplazar un montón de cosas más.

Este daño suele producirse cuando el motor se recalienta porque se queda sin refrigerante y sigue en funcionamiento. El motor sufre entonces una alta subida de temperatura y la junta de la culata se deforma por el calor y deja de ser hermética.

Evitar esta avería es muy sencillo, hay que estar pendientes de que no le falte refrigerante al carro, tratar de no sobrecalentar el motor y que el radiador y el termostato funcionen correctamente.

– Bomba del combustible. Es una pieza de precisión y está encargada de enviar al combustible la energía necesaria para desplazarse, mandando la presión correcta a los inyectores en el momento exacto, de manera que entre más potencia necesite un motor, mayor caudal de gasolina hará falta y por lo tanto la bomba tendrá que ser de mayor potencia. Cuando esta bomba falla, o en el caso de las eléctricas que usan un relé y un fusible y uno de ellos se funde, el combustible no alcanza los inyectores y el carro se detiene como si se hubiera quedado sin gasolina.

Esta pieza se puede averiar por muchas causas, entre ellas usar gasolina de mala calidad, que el combustible tenga exceso de agua, que tenga esquirlas metálicas que producen el rozamiento, por mantener el carro en reserva, por fallos en el sistema eléctrico, entre otras. Podemos saber que tenemos que cambiarla cuando vemos que es difícil encender el carro, o le falta potencia para adelantar o se apaga con frecuencia.

De todas formas, algunos tips para evitar que se dañe la bomba incluyen no circular frecuentemente con el depósito de gasolina en reserva, pues la bomba generalmente está instalada dentro del tanque de combustible para que le proporcione refrigeración y manejando con la reserva esa capacidad de refrigeración se va afectando. También es importante usar gasolina de buena calidad.

– Inyectores. La inyección de combustible puede ser de diferentes tipos, pero la función siempre es la misma, proporcionar la cantidad de gasolina adecuada en cada momento dependiendo del régimen y de la carga del motor.

Los inyectores normalmente se dañan debido simplemente al uso, aunque también pueden averiarse por utilizar gasolina de mala calidad o por algún tipo de suciedad o virutas metálicas en el circuito, que hacen que se obstruyan. Rara vez pueden limpiarse, sin embargo en algunas ocasiones esta técnica funciona. Por lo general solamente se daña uno de ellos, pero si fallan varios a la vez quiere decir que algo en el circuito está ocasionando la avería y debe estudiarse con más profundidad. De todas formas es mejor cambiarlos todos al mismo tiempo para que estén equilibrados y en buenas condiciones para el motor.

Cuando los inyectores están fallando, podemos sentir que el motor pierde potencia o el carro nos da tirones mientras vamos conduciendo, también se puede notar por el humo negro que sale por el escape.
Como los inyectores suelen gastarse por el uso, es difícil que podamos evitarlo. Sin embargo, podemos retrasar su deterioro si no manejamos (nuevamente) con el tanque de combustible en reserva, además es importante realizar el mantenimiento periódico en que se cambian los filtros.