Cómo
cuidar tu primer auto
Así que por fin compraste tu primer auto, o estás en la universidad y
usas el coche que tus padres te prestaron. Este artículo te dirá cómo cuidarlo
para que puedas estar tranquilo sabiendo que es seguro usarlo, cómo cumplir con
todas las normativas para manejarlo y cómo hacer que nunca se descomponga hasta
el punto de dejarte varado a la mitad del camino.
1
Asegúrate de contar con un seguro que tenga al
menos una cobertura personal y de daños a terceros en caso de accidentes, de
manera que si chocas con algún otro carro, o con una pared, o con una persona,
los gastos médicos y de reparación mecánica estén cubiertos por tu seguro. Guarda una
copia de tu póliza, cartilla o resumen de seguro en un lugar accesible dentro
del coche, que no esté demasiado expuesto para que no pueda moverse o perderse
con facilidad si limpias o aspiras el auto.
·
Ten en cuenta que, si el auto de la persona con la que chocaste es un
modelo carísimo, los gastos de reparación pueden ir más allá de los 50,000
dólares, así que procura tener una cobertura amplia.
2
Guarda también dentro del auto una copia de los
papeles actualizados del registro vehicular de tu coche.
3
Lleva contigo una copia de los certificados o
constancias de verificación de la revisión de emisiones y condiciones de
seguridad reguladas en tu país.
4
Guarda en el carro los recibos de las últimas
visitas al taller para mantenimiento. Algunas personas prefieren
guardarlos en casa, pero si alguien te pregunta mientras conduces cuándo fue la
última vez que rotaste las llantas, cambiaste el aceite o el líquido de
transmisión, es preferible que lleves siempre contigo los comprobantes de
servicio y mantenimiento de tu auto.
5
Aprende a revisar la presión de inflado de todas
tus llantas, y guarda en tu coche un medidor de presión de inflado para que la
revises al menos una vez al mes. Una llanta que no está bien
inflada puede desprenderse del tambor en una vuelta pronunciada; los accidentes
ocasionados por este descuido en la presión de inflado son un peligro
frecuente.
6
Recuerda que el aceite de tu motor debe cambiarse
con regularidad. Revisa el manual de usuario para saber la frecuencia recomendada
para tu coche. En muchos casos se recomienda el cambio cada 5.000 o 6.000
kilómetros.
7
Los filtros de aire deben cambiarse oportunamente. Unos aceites
sucios sumados a unos filtros de aire sucios permitirán un desgaste mucho más
rápido del motor, y con el tiempo se producirá una falla seria que resultará
muy costosa de reparar.
8
Rota tus llantas cada vez que cambies el aceite. Esto
significa pedir que desmonten tus cuatro llantas y las cambien a una posición
diferente, por ejemplo, alternando entre el eje delantero y el trasero. Esto
permite que las llantas se desgasten de una manera más gradual, y su vida útil
puede llegar incluso a duplicarse.
9
Revisa la presión de inflado en la llanta de
repuesto cada vez que revises la de las llantas montadas. Los cambios
de temperatura entre cada estación pueden cambiar la presión de las llantas,
aunque no tengan ninguna fuga.
10
Tus frenos deben pasar por una inspección visual al
menos una vez al año. Las balatas y los discos de frenado se desgastan con la fricción
constante de los recorridos igual que sucede con la suela de tus zapatos. Si
permites que se desgasten por completo, las balatas pueden permitir que el
sistema de frenado se vea forzado a actuar directamente, y si este se daña,
será muy costoso repararlo. Tienes que pedir las inspecciones de frenos cada
vez que roten tus llantas, porque aun cuando sientas que el auto se detiene de
forma normal, los discos de frenado pueden tener un desgaste extremo y estar a
punto de vencerse.